INTRODUCCION
El placer sexual es lo que se siente o
experimenta al estar excitado sexualmente. El placer sexual mejora la salud y
el bienestar
El ser humano puede
excitarse por estímulos que oye, ve, huele, saborea o toca. El estímulo puede
ser real -estar presente en el mundo real-, ser fruto de la imaginación e
incluso del sueño.
La excitación se produce
cuando acariciamos nuestras zonas erógenas y/o también cuando una pareja lo
hace mutuamente
Pese a que existe abundante
información acerca de la sexualidad y los problemas sexuales del hombre, muy
poco se ha escrito acerca de los componentes y posibles disfunciones en la
sexualidad femenina.
Los pensamientos sexuales o
fantasías son manifestaciones de deseo. El deseo desencadena las demás fases
del ciclo.
Tener relaciones sexuales
cuando en realidad no se tiene deseo, puede afectar de manera adversa las demás
fases de una respuesta sexual normal.
Las primeras sensaciones de
placer sexual físico, anuncian el comienzo de la siguiente fase: la excitación.
Lo que tampoco sabemos, es
que existen prejuicios acerca de los deseos, fantasías y pensamientos que tiene
la mujer en su vida sexual, en los placeres que siente, al tener relaciones, o
el placer que siente al verse al espejo, o de tan solo sentirse bien con ella
mismas.
Son por estos problemas, que
la mujer se ve obligada a esconder su cuerpo, a caminar como si fuese un robot,
o no tener respuestas sexuales.
Sentirnos satisfechas no ha de ser una sensación ligada a
la buena voluntad, la destreza o los deseos de nadie que no seamos nosotras
mismas.
CAPITULO
I – PLACER
1.
Definición de placer
El término placer se contrapone normalmente al
de dolor, se trata en parte de una definición de cosas por oposición.
En filosofía las reflexiones sobre la
cuestión del placer se suelen enfocar a partir de consideraciones éticas. El
enfoque ético de estos escritos tiene algún inconveniente, dado que su
naturaleza ligada a la moral y la moralidad, a lo bueno y a lo malo, ha
impedido a menudo una precisión analítica y psicológica. Esto ha sido así
porque al ligarlo al bien y al mal se generan posiciones polémicas y
antitéticas que dificultan delimitar no sólo que es el placer sino cual es su
naturaleza.
El placer puede ser definido como una
sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural
se manifiesta cuando un individuo consciente satisface plenamente alguna
necesidad: bebida, en el caso de la sed; comida, en el caso del hambre;
descanso (sueño), para la fatiga; sexo para la libido; diversión
(entretenimiento), para el aburrimiento; y conocimientos (científicos o no
científicos) o cultura (diferentes tipos de arte) para la ignorancia, la
curiosidad y la necesidad de desarrollar las capacidades. La naturaleza suele
asociar la sensación de placer con algún beneficio para la especie y la
Filosofía lo clasifica entre los tipos posibles de felicidad.
2.
Perspectivas éticas y religiosas
sobre el placer
Según grandes pensadores del mundo antiguo y del mundo moderno, el placer
sería el fin de la vida ética. Es decir, vivir bien consistiría en disfrutar lo
más posible, en evitar dolores inútiles, en sacarle a la existencia todo su jugo
de gustos y de satisfacciones, de éxitos y de alegrías.
La doctrina filosófica que defiende estas tesis
recibe el nombre de hedonismo. Ya en el mundo griego hubo hedonistas famosos.
Entre ellos destaca Epicuro (siglos IV-III a.C.). Para Epicuro, la filosofía
tiene que ayudarnos a ser felices, es decir, a disfrutar al máximo y con una
buena dosis de buen gusto.
Es interesante notar que para Epicuro y su escuela
no todo placer es “bueno”, pues hay placeres que nos producen grandes dolores.
Pensemos, por ejemplo, en un festín que nos ha costado mucho dinero y que luego
nos causa dolores de estómago y discusiones en la familia. Por eso Epicuro
decía que lo mejor sería buscar placeres “tranquilos” y “naturales”, que no causen
problemas ni provoquen enfermedades. Es mejor un placer sencillo y asequible,
como un vaso de agua fría en una tarde de verano, que no una botella de tequila
costosa y no siempre saludable.
2.1 Judaísmo
La Torá (es decir Dios y NO el hombre semita bíblico) ha estipulado
que la condición ideal, tanto para el varón como para la mujer, al momento de
consagrarse en matrimonio (por primera vez) sea la virginidad.
Esto es así porque Dios nos ha regalado con el poderoso deseo sexual
(del que se suele derivar el don del goce), para que acometamos tres empresas
cruciales y sobresalientes: Encontrar a nuestra pareja idónea con la cual
construir un trascendente proyecto familiar en común.
Completarnos personalmente cuando conseguimos la pareja idónea y así
desprendernos de nuestra superficialidad egoísta y hedonista propia del
inmaduro.
Poblar el mundo con más personas creadas a imagen y semejanza del
Eterno. Ni las eternas vírgenes, ni las mujeres frívolas y casquivanas, están
colaborando con sus actitudes y conductas para asociarse a Dios en estas tres
empresas. Ni los varones misóginos y empedernidamente castos, ni los donjuanes
que vuelan como picaflor de parte de mujer a parte de mujer, son socios del
Eterno en estos temas.
Así pues, cuando el impulso sexual parece irrefrenable, y uno aún es
soltero/a; lo mejor es ponerse en campaña para ubicar a la persona adecuada con
la cual construir nuestra familia, y así gozar de la bendición de la sexualidad
tal y como Dios desea.
En el otro extremo: negarnos obstinadamente a relacionarnos
sexualmente dentro de los parámetros delimitados por la normativa, es oponernos
a la divina Voluntad.
(Lo que significa que, en el plan de Dios, tanto el paradigma de la
virgen sagrada como de la mujer libertina, son modelos para desechar y evitar.
Si freiras quiere decir monjas en portugués, le explico que estas
mujeres están viviendo una forma de vida que mina las bases de la misión que
Dios ha dado a la humanidad, si bien por otra parte pueden estar dedicadas a
obras de loables resultados; una cosa no quita la otra.
2.2 Cristianismo
Existe la creencia
equivocada de que lo cristiano condena todo lo relacionado con el placer
sexual. Objetos sexuales, juegos preliminares, caricias, etc… Todo lo
“divertido” se piensa que está prohibido.
El pecado no está en la
satisfacción y el placer. Está en cómo la tratamos. En el momento en que el
placer y no el amor se sitúan como lo más importante es cuando aparece el
pecado.
El Evangelio dice que no hay nada fuera del
hombre que por entrar en él le pueda contaminar. Pero lo que sale del hombre es
lo que contamina al hombre. En nuestro corazón está la clave.
La sociedad se ríe y nos tacha de reprimidos
porque, al igual que con cualquier otra cosa, el camino del cristiano exige
esforzarse en armonizar su sexualidad a la voluntad de Dios. La experiencia
cristiana nos propone una sexualidad “de altura”. Mientras nuestra sociedad nos
propone un modelo en el que lo que me gusta y apetece es la meta máxima a la
que podemos aspirar en una relación sexual, el cristianismo nos ofrece un
modelo en el que la relación sexual es la fiesta en la que el matrimonio
celebra una vida de entrega total y renuncia a nuestros propios apetitos para
que nuestra pareja tenga vida. Pone a la persona por encima del placer, y pone
al placer como algo al servicio de la comunión profunda de la pareja.
Lo importante no es si me da gustito, sino lo
que hay en nuestra relación. El gustito es la guinda del pastel. Es un placer
que descansa sobre una vida de pareja plena en cualquier otro ámbito y no sólo
en el sexual.
CAPITULO II –
SEXUALIDAD
1.
Definición de la sexualidad
La sexualidad está
conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos,
como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen
referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces
se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se
manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios
de su cultura y de su época.
Así pues, los seres
humanos en todas sus acciones manifiestan su sexualidad, desde la forma de
vestir, hablar, caminar, etcétera, hasta en aquéllas en que se demuestran los
afectos, las relaciones con los demás y la búsqueda de la intimidad y del
placer. Al igual que con la palabra sexo, en muchas ocasiones el término
sexualidad se ha usado para referirse sólo a las actividades que tienen que ver
con el placer sexual; sin embargo, como ya se mencionó, la sexualidad forma
parte de cualquier expresión humana, ya sea con búsqueda de placer sexual o sin
ella.
La sexualidad se va
modificando en cada etapa de la vida del individuo, y está básicamente
determinada por el aprendizaje adquirido en el medio que le rodea. Es por eso
que de una edad a otra los intereses sexuales van cambiando, coincidiendo
generalmente con los cambios corporales. La sexualidad al irse construyendo
ofrece la posibilidad de modificarse para permitir un mejor desarrollo del ser
humano.
Existen diversos tipos de
placer como:
·
El placer físico, que deriva de disfrutar condiciones
saludables relacionadas con la estimulación de los órganos de los sentidos (las
relaciones sexuales o la ingestión de platos suculentos de comida, por
ejemplo). Hay distintos tipos de placer físico: el producido por el gusto o
placer gastronómico; el producido por el tacto (masaje, placer sexual en sus
diversas manifestaciones,...); el placer auditivo (música), el placer visual
(arte,...), el deportivo, etcétera. Los griegos aconsejaban un placer moderado
y consideraban un vicio pernicioso cualquier placer inmoderado.
·
El placer psíquico deriva del recreo que
provoca en el ser humano la imaginación y la fantasía, el recuerdo de lo
agradable, el humor, la alegría, la comprensión y los sentimientos de
equilibrio, paz y serenidad, que granjean la llamada felicidad. El mero
pensamiento puede llegar a sentirse dichoso sólo con la imaginación de lo bueno
que no se posee ni se disfruta en ese momento. El placer "psíquico"
es definido por Platón como el mayor, y abarca también todos los placeres
mentales causados al percibir cultura o arte, o al crear.
·
El placer estético, que mana de la
contemplación y disfrute de la belleza, que consiste en el equilibrio
"perfecto" (subjetivo, por supuesto) entre lo ideal y la realidad.
·
El placer intelectual, que nace al ampliar
nuestros conocimientos y arrancar secretos a lo desconocido para poder
descubrir y satisfacer nuestras necesidades espirituales e intelectuales, y
hacer más libre y consciente nuestro actuar.
·
El placer lúdico, que deriva de la
práctica de cualquier tipo de juego y se encuentra en la raíz de muchos otros
tipos de placer.
·
El placer emotivo o
emocional,
que deriva de la empatía al compartir el amor y el afecto de la familia, de
entablar y sostener amistad con los iguales y sentirse aceptado por otros seres
humanos.
·
El Placer de la
contemplación, participación y goce de lo insólito y desconocido es también una
fuente de placer, por ejemplo cuando se trata de espectáculos: fuegos
artificiales, una escultura, un edificio (arquitectura), un paseo por un paraje
natural, un viaje a un lugar desconocido, la lectura de un libro, etcétera.
2.
Dimensiones de la sexualidad
2.1 Dimensión
psicosocial
Según William H. Masters, la evaluación del aspecto psicosocial de la
sexualidad reviste importancia porque arroja luz no solo sobre muchos
trastornos sexuales, sobre nuestra evolución como seres sexuales. Desde la
infancia, la identidad sexual o de genero de un individuo viene configurada
primordialmente por fuerzas psicosociales.
Nuestras primeras
actitudes hacia el sexo que a menudo nos acompañan hasta el estado adulto, se
basan en gran medida de que lo que dicen o nos muestran los padres,
condiscípulos y maestros acerca del sentido y los objetivos del sexo. La
vertiente social de la sexualidad se manifiesta también en que la colectividad
la regula mediante normas, proscripciones y precisiones parentales y de los
grupos de individuos de nuestra misma edad, con el propósito de inducirnos a
encauzar conducta sexual por una senda determinada.
2.2 Dimensión
conductual
Con excesiva frecuencia la gente tiende a plantearse la sexualidad de
manera categórica, entre lo que es ``normal`` y lo que se le antoja
``anormal``. En general, lo ``normal`` coincide con nuestro comportamiento
mientras que consideramos anormal la conducta ajena, los actos que nos parecen
diferentes o inusitados. La pretensión de enjuiciar lo que es normal en los
otros resulta una tarea bastante ingrata y, además, suele estar condenada al
fracaso porque nuestra objetividad esta mediatizada por nuestros propios
valores y experiencias.
2.3 Dimensión cultural
Las actitudes culturales que rigen la sexualidad en los Estados
Unidos, distan mucho de tener valor universal. En ciertas comunidades, las
obligaciones de un hombre para con su huésped o sus amigos se saldan
invitándoles a realizar el acto amoroso con su esposa.
A menudo, las cuestiones relacionadas con el sexo tienen un carácter
polémico y se reinterpretan en función de los respectivos esquemas de valores.
Pero con frecuencia la controversia guarda relación con la época, el lugar y
las circunstancias. El concepto de lo ``normal`` y de lo ``justo`` o
``correcto`` varia con cada cultura y se un siglo a otro. Muchos aspectos
morales inherentes al sexo se vinculan a determinadas tradiciones religiosas, pero
la religión no tiene el monopolio de la moralidad. Tan ``morales`` son los
individuos no apegados a firmes creencias religiosas, como aquellos otros cuyos
principios se supeditan a los postulados de un credo religioso.
No existe un sistema de valores sexuales que tenga validez universal,
ni un código moral que sea indiscutiblemente justo y aplicable a todos los
hombres. (1985)
3.
Los temas sexuales en la
cultura popular
3.1. La sexualidad en los medios de comunicación
3.1.1 La sexualidad en los
periódicos y revistas
Según Ángeles Rubio Gil,
los estudios sobre las revistas juveniles y la información sobre sexualidad
Son muchas las
investigaciones realizadas en España sobre la información relativa a la
sexualidad recibida por las y los adolescentes, y aunque suelen ser estudios de
casos, tienen relevancia en tanto que coinciden en los agentes y fuentes de
información y en la incidencia de cada uno de ellos. Nuestro estudio intenta
aportar una muestra estadísticamente representativa, que incluye la primera
adolescencia como objeto de investigación y un análisis de los contenidos, y de
la influencia efectiva tanto de éstos como de los respectivos agentes de
socialización difusos.
La primera adolescencia,
olvidada a menudo en parte de las investigaciones, es de gran importancia con
vistas a las políticas educativas y sociales. Sobre todo en lo concerniente al
papel de las y los educadores y más si reflexionamos sobre el hecho de que las
edades de iniciación en las relaciones sexuales es cada vez más temprana.
Asimismo, es común referirse genéricamente a las fuentes de información sexual
en los términos de ‘el entorno’, y a los agentes, como ‘los medios de
comunicación’, sin determinar cuáles son los mismos, sus contenidos, y bajo qué
modelos y variables operan. (2012)
3.1.2 La sexualidad en el
cine
Según Cesar Medina Alicia
Michelle, la sexualidad fue un tema tan exitoso que rápidamente se estableció
como serie y fue evidente el paso del film educativo y a menudo documental, al
film de entretenimiento y ``porno``.
El erotismo y la
sexualidad en el cine recibieron un impulso ejemplar en los años sesenta. Llego
un momento nuevo y especial para el cine en español. Se rodaron películas donde
se podían ver cuerpos al desnudo, donde se hacia el amor, donde el destaparse
era una realidad.
3.1.3 La sexualidad en la
televisión
Entre los medios existen
uno de los que mas influye en la educación moral y sexual, es la televisión.
Aunque la mayor parte de forma negativa.
La publicidad utiliza el
libido y la sublimación combinada con la representación tradicional de papeles
femeninos y masculinos para convencer a la gente que debe comprar cualquier
cosa. (1997)
3.2. La sexualidad en la
publicidad
Es una realidad de la
sociedad actual que la publicidad ha aparecido masivamente en los medios de
comunicación y en todo aquello que se encuentra en el entorno de los posibles
consumidores de productos; la publicidad cada día busca nuevas técnicas para
llegar a las personas y hacer llegar el mensaje de la compra de diversidad de
productos, estas técnicas o rutas para llegar a la sociedad se derivan de
estímulos relacionados con todo lo que afecta la cotidianidad o la naturaleza
del ser humano.
La sociedad cambia, las
opiniones se modifican, sin embargo, la naturaleza humana prevalece, es por eso
que aspectos propiamente internos del ser humano, como: el deseo sexual, el
líbido y la figura humana, cada día se ven más vinculados a los medios de
comunicación y por supuesto a la publicidad; viendo estos aspectos y cómo ahora
forma parte de la cotidianidad, ver hombres y mujeres desnudos en los anuncios
publicitarios.
3.3. La sexualidad en el
arte del siglo XXI
El arte es entendido
generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano,
con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas,
emociones o en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, con
los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos.
La sexualidad a través del
arte comenzó desde la mitología griega y tenia como fin justificar a los
personajes y la doble moral de la iglesia del renacimiento.
El siglo XXI, es el siglo
de la generalización del diseño y de la eclosión de la novedad, la irrupción de
la novedad va a producirse por varias vías diferentes, pero ninguna de ellas es
tan interesante como la que llega por vía del arte. Ninguna otra actividad
humana puede ejercitarse con tanta libertad como la que permite la expresión
artística, el arte es la grieta mas abierta del punto mas vulnerable del status
quo, el ámbito en el la expresión humana se encuentra menos amordazada. El arte
es parte de nosotros desde nuestro comienzo, desde siempre existe el placer y
la lujuria, si lo miramos desde otro
punto de vista, la mujer es la inspiradora, de que el hombre en sus
obras exprese todo el placer y lujuria que siente por la mujer.
El arte siempre ha servido
de referencia de la sexualidad, por que siempre es representada por mujeres
desnudas en los cuadros de algunos de los pintores mas destacados de la
historia. La belleza natural viene desde mucho antes, los egipcios, los griegos
las grandes civilizaciones,
pintaban sobre sus templos imágenes eróticas, para advertir a la gente sobre el
pecado y lo que no se debía hacer. En la actualidad ver un cuadro de una mujer
o un hombre desnudo, tiene un significado
de morbosidad, por que esta sociedad siempre ha pensado, que demostrar
el arte como desnudos, es un tipo de pornografía y eso lo lleva a excitarse
para muchos, esta sociedad perdió el criterio del arte.
El cuerpo humano es
sexualidad y a la vez es todo tipo de exposición artística, en libros,
revistas, películas, los mejores poemas están inspirados en el tema de la sexualidad y la poesía es arte
de inspiración del cuerpo humano,
4.
Perspectiva histórica sobre la sexualidad
Según William H.
Masters, para una mejor comprensión del presente , es
conveniente empezar por el
examen del pasado histórico .en determinado aspectos
,estamos ligados por
una herencia sexual
que se ha
transmitido de generación ;pero
en otros ámbitos las ideas modernas sobre
el sexo y la sexualidad difieren sustancialmente de los modelos de
antaño.
4.1 Época antigua
Aunque
las fuentes históricas escritas
se remontan a casi mil años en el tiempo, tan solo se dispone de
datos en el limitados sobre la
descripción de la conducta y
la actitud sexuales en diversos pueblos con anterioridad
al año 1000 a.de C. Existe evidencia
de que
ya entonces el incesto estaba
rígidamente proscrito, al tiempo que se
consideraba a la mujer como
una pertenencia personal , destinada a
proporcionar placer sexual y a funciones
de reproducción. Los hombres
tenían derechos a gozar de relaciones sexuales con muchas
mujeres, la prostitución se
hallaba muy extendida y el sexo
se aceptaba como una
realidad mas de la vida cotidiana .
Sin embargo, en
la antigua Grecia se dio una
tolerancia, e incluso un fomento, de
ciertas formas de homosexualidad masculina. Eran corrientes las
relaciones entre adultos y
adolescentes púberes , por
lo general en el seno de un contexto
educativo en el varón adulto
tenia encomendada la formación
ética e intelectual de su pupilo. A
la vez, se desaprobaba la homosexualidad y los actos
de este genero, con carácter
exclusivo, entre los hombre adultos ,
y también entre estos últimos y muchachos impúberes ,
situación esta penada por la ley.
4.2 El pensamiento oriental
En otras partes
del mundo los criterios que
regían la sexualidad diferencian
de los que hemos descrito , La actitud frente al sexo en el Islam , el hinduismo y el antiguo oriente era en general mucho
mas positivo que en
Occidente .Bullough apunta que “ en el ámbito de la sociedad hindú siempre había un segmento que aprobaba
casi todos los comportamientos de
índole sexual” , y añade que en
China “ el sexo no era un hecho
que inspirase temor, ni se
conceptuaba como pecaminoso ; antes bien , se estimaba
como un acto de culto
y veneración” , e incluso como la
senda que conducía a la
inmortalidad . La Kama Sutra, que se compilo poco mas o
menos por la
misma época en que san Agustín
escribía las Confesiones, constituye un
pormenorizado manual hindú del sexo , En la
antigua China y en el Japón ancestral , proliferaba este tipo de manuales que cantaban el éxtasis del goce sexual y
sus variedades . Esta diferente apreciación de la sexualidad ha
proseguido a lo largo del tiempo , aunque por el momento centramos nuestro
estudio en la historia
del sexo en el mundo occidental .En posteriores capítulos analizaremos otras culturas.
4.3 Las ideas medievales y renacentistas
A menudo la
teología se equiparaba con la ley
civil y en general , la postura de la
jerarquía oficial en el terreno
sexual fue de repudio, salvo cuando primaban los
objetivos de procreación . No obstante, en el practica se contaba una cierta hipocresía entre los postulados que la Iglesia mantenía y la realidad de los hechos , ya que “muchas veces , los cenobios y casas religiosas eran focos de
sexualidad”.
Poco después de la
época del amor sublime, hicieron su aparición los cinturones de
castidad. Estos artilugios permitían a los maridos
echar llave a su esposa como quien cierra un arca llena de dinero.
Si bien surgieron en un principio para
impedir las violaciones, lo
cierto es que también sirvieron para
poner a buen recaudo las “ posesiones” personales del varón
.
4.4 Los siglos XVIII y XIX
Al
hablar de las posturas
dominantes en una etapa
de la historia es preciso tener presente que existan diferencias apreciables según el país
, los estratos sociales y los grupos
religiosos .Si bien disponemos de pruebas
que acreditan la existencia de una amplia tolerancia sexual en
Inglaterra y Francia durante el siglo
XVIII , en la América colonial prevalecía la
ética putitana .Se condenaba la
sexualidad fuera del matrimonio y
se alentaba la solidaridad familiar . Los que incurrían en adulterio o tenían contacto íntimo
antes del matrimonio eran azotados,
puestos en la picota o en el cepo y obligados
a exculparse en público. Quizá el lector
conozca el libro de Nathaniel Hawthorne. La letra escarlata en que se
ofrece un relato de la época colonial.
En el ultimo siglo XIX, el
psiquiatra alemán Richard von
Krafft-Ebing estableció una clasificación
pormenorizada de las disfunciones
sexuales .Su Psychopathia sexuales(1886), de las que se realizaron doce edificios , tuvo un fuerte
impacto e incluyo de manera decisiva en las nociones colectivas y en la practica de la
medicina y del derecho durante
mas de setenta y cinco años . Este influjo
revestía aspectos positivos y negativos .Por un lado , Krafft-Ebing
propugno la comprensión y el tratamiento medico de las denominadas perversiones sexuales y la
reforma de las leyes aplicables a
los delincuentes sexuales ; discriminadamente el sexo , la
delincuencia y la violencia .
4.5 El siglo XX
Al doblar el siglo se empieza
a investigar la sexualidad de forma mas
objetiva .Si bien en muchos
ambientes perviven las actividades
perviven las actitudes puritanas
, la obra de científicos relevantes como Albert Moll , Magnus Hirshfeld,Iwan
Bloch y Havelock Ellis se conjuga con
las dinámicas teorías de Freud para iniciar un contundente cambio de
mentalidad en lo tocante al sexo.(1985)
CAPITULO III –
PLACER SEXUAL FEMENINO
1.
El placer sexual femenino
Hoy un día en el que se
conmemora la lucha de muchas mujeres por conseguir la igualdad de oportunidades
y una representación activa en la sociedad, aprovecho la ocasión para
reinvidicar el placer femenino, un derecho
a veces relegado a un segundo plano y al que se le ha dado menos
publicidad que a otros quizá por pertenece al terreno de la intimidad de cada
cual.
El reconocimiento del
placer femenino es relativamente reciente en nuestra historia. Supuso aceptar
que la reproducción, si bien es cierto que forma parte de la sexualidad humana,
no es el objetivo final y que por tanto, el destino de las mujeres no es la
maternidad. Ésta es más una cuestión de deseos (de placeres por qué no) que de
instintos o condición.
Este Orden Sexual
Reproductivo ha supuesto la subordinación del placer femenino al modelo de goce
(genital y reproductivo) del varón, dificultando a las mujeres vivir su propia
sexualidad y disfrutar de ella y en especial de su erótica, en definitiva,
conocer y explorar su placer, por lo que aún andamos un poco verdes en estas
cuestiones.
Aunque en los último años
hemos conseguido grandes logros en este sentido, gracias a muchas acciones
educativas (algunas con sexología y pedagogía y otras no), movimientos
reivindicativos (pro igualdad o pro diferencia) y sobre todo con un cambio de
actitud más respetuoso en cuanto a diferencias de orientación y formas de
satisfacer los deseos, lo cierto es que aún nos siguen atormentando muchos de
los fantasmas del pasado y, la libertad sexual alcanza a veces también nos pone
en apuros, nos hace caer en trampas que nos vuelven a marcar deberes, ya no
tanto desde el vicio, el peligro, la enfermedad o la desviación pero sí desde
habilidades sexuales, listados de puntos erógenos, predisposición sin límites,
cuerpos esculturales, posturas a veces más cercanas a las artes circenses que
al goce de los cuerpos….
Por lo que no puedo
desaprovechar la ocasión para reivindicar una vez más la importancia de una
Educación Sexual con sexología y pedagogía, con rigor científico, alejada de
juicios, morales e ideologías, desde la que se permita a los sexos, a los
hombres y las mujeres CONOCER (SE), ACEPTAR (SE) y vivir de forma SATISFASTORIA
su sexo, su peculiar forma de ser hombres y mujeres, de vivirse, sentirse,
expresarse, desear, amar, convivir y reproducirse como tal.
De otros muchos derechos
podrán habernos privado a lo largo de la historia a las mujeres, pero el
derecho a desear y disfrutar de nuestra erótica, está en nuestras manos. Por
suerte la naturaleza nos regalo el único órgano cuya peculiar y exclusiva
función es proporcionar placer, el clítoris un miembro que no necesita de
complementos ajenos a nuestro cuerpo (o sí, dependen de los deseos de cada una)
para cumplir su recuerdo única tarea, hacernos disfrutar, por ello hoy Día
Internacional de la Mujer os invito no sólo a explorar vuestros cuerpos y vuestra erótica y disfrutar de ello, sino a
salir de la trampa en la a veces, esos fantasmas del pasado nos hacen caer, a
vivirnos como las directoras de nuestra biografía.
Sentirnos satisfechas no
ha de ser una sensación ligada a la buena voluntad, la destreza o los deseos de
nadie que no seamos nosotras mismas. Una cosa es que yo desee compartir y
satisfacer algunos de mis deseos en relación (con otro sexuado) y otra que le
haga responsable de mi goce.
.
2.
Las fantasías sexuales
Según William H. Masters, la
fantasía hace que podamos de las
frustraciones y cortapisas de la
vida cotidiana. Mediante la imaginación el individuo
puede transformar el mundo
real en lo que mas le
agrade, aunque sea algo
inverosímil y efímero. Si bien la fantasía
no es mas que una divagación
simulada de nuestra mente , puede contribuir a
concitar entusiasmo, estimulo , aventura , goce y seguridad en uno
mismo.
A
partir de la niñez, la mayoría de gente tiene fantasías sexuales que cumplen
variedad de funciones y que generan un amplio abanico de respuestas
.
2.1 Observaciones de las fantasías sexuales
Aunque todos los
niños aprenden que la simulación
o fingimiento puede ser un juego
muy divertido, después de la
niñez las fantasías
sexuales no suelen concebirse como un pasatiempo festivo o humorístico.
Quizá esta actitud
se explique por el hecho de que,
en general , la sexualidad se considera como una cosa muy seria , incluso tratándose de invenciones de la mente .
Por otra parte , algunas religiones consideran el pensamiento como equivalente al acto , de modo que la
persona que tiene conscientemente ,
pensamientos “impuros” o apetencias
inmortales .
A veces es difícil distinguir
la fantasía sexual del deseo sexual . De la misma manera que en ocasiones se entremezclan la sensación de apetito y la
evocación del plato que uno desearía comer, la libido
puede conjugarse con imágenes sobre la
forma de obtener gratificación
sexual.
2.2 El contexto de las fantasías sexuales
Las fantasías sexuales se
producen en una gran
variedad de marcos y circunstancias.
veces esos intención para pasar el rato , para animar
una situación tediosa o
ponerle un poco de picante al acto amoroso .Otras veces , las fantasías sexuales flotan en nuestra coincidencia de forma accidental, tal vez desencadenadas por ideas o sentimientos de
los que apenas tenemos conocimiento.
2.3 Curiosidad y creatividad
A menudo, el deseo de pasar por
un trance aun no experimentado, proscrito o notoriamente inasequible, constituye un rasgo determinante
de las fantasías sexuales .Por ejemplo , una mujer casada
que siempre ha sido fiel a
su esposo puede complacerse
en imaginar una relación
extramatrimonial , o un adolescente
de quince años puede fantasear
con una mujer retratada en Playboy e imaginarlo que hace el
amor con ella .E uno y otro caso , la
fantasía no significa que el
individuo quiera de verdad plasmar en realidad
lo que ha inventado se mente .
Al elaborar una fantasía
sexual , el individuo no solo
programa el episodio sino que , además , orquesta las emociones de los personajes que protagonizan la fantasía.
La mujer que fantasea con un amante puede
hacer de el , si así lo desea ,
un varón fornido y silencioso , y lo propio
sucede si quiere que ese ser
imaginado se convierta
en un hombre de modales delicados y palabras
fácil . Por su parte , un varón
puede imaginar una mujer apasionada y decidida y convertirla en protagonista de sus
evocaciones sexuales o , por el contrario , conjurar la
imagen inhibida y reticente
que obligue a su pareja a someterla .En este
sentido , la fantasía
proporcionada una dimensión
relativamente inalcanzable en la
vida real , ya que incluso si el
compañero esta dispuesto a experimentar cualquier propuesta que se le
haga , es imposible ejercer dominio absoluto sobre su temperamento o sus
emociones.
2.4 Exclusividad o participación
Muchas personas consideran
las fantasías sexuales como una pertenencia exclusiva que
no incumbe mas que a ellas .En los últimos años , se ha dicho que compartir
las fantasías con el compañero favorece
la intimidad y la compresión mutua.
Pero además de interpretar
equivocadamente una fantasía , entra en
lo posible que el miembro no involucra
de la pareja estime que , de
alguna manera , debe interpretar el papel
que se le asigna y llevarlo
a la vida real .
Aunque el compañero o
compañera puede decir “no “ , se da en ocasiones una presión insidiosa y sutil , sea intencionada o no
deliberada .
Después de saber que su pareja se excita
con una determinada fantasía sexual ¿ acepta experimentarla,
aunque le resulte un tanto incomodo , con objeto de mostrarse
comprensivo y receptivo hacia las necesidades del compañero ?.
2.5
Fantasías intrusas
No todas las fantasías sexuales aparecen
al conjuro del sujeto ni todas resultan placenteras .A veces afloran fantasías no queridas que se manifiestan retiradamente,
y en otros casos invaden el nivel
de conciencia de un individuo de forma intimidante originando
estados de agitación , culpa o sentimientos antagónicos
.Estas ficciones pueden producir
excitación sexual o ser tan inquietantes que impidan que surge el impulso erótico . (1985)
3.
El ultimo tabú sexual femenino: todas lo hace, nadie lo cuenta
Es el último secreto de la sexualidad femenina. Una práctica que a
la mayoría de las mujeres les cuesta reconocer, pese a que casi todas la
practican. La masturbación femenina es una de las pocas prácticas sexuales
sobre las que aún pesa un enorme tabú.
Los datos de las encuestas son, como en todo asunto rodeado por el
oscurantismo, poco fiable, pero ya en los años 50 el famoso estudio sobre
comportamientos sexuales del doctor Alfred Kinsey llegó a la conclusión de que
el 62% de las mujeres se habían masturbado alguna vez en la vida. Y, dado lo
que ha llovido desde entonces, lo más probable es que hoy la cifra sea muy
superior.
La masturbación ocurre, pero cuando hablamos de ella lo hacemos
con un lenguaje limitado, lo que hace que sea algo de lo que es difícil hablar
Es cierto que cada vez es más habitual que las mujeres compartan
su opinión sobre todo tipo de juguete sexuales, cuyo fin último no es otro que
el del onanismo, pero muy pocas hablan del acto en sí, algo que contrasta con
lo extendida, aceptada y visible que resulta la masturbación masculina, sobre
la que los hombres hablan, sin apenas sonrojo, delante de casi todo tipo de
audiencias.
La masturbación femenina ni siquiera tiene un espacio en el
lenguaje coloquial, basta ver cuántas formas hay de referirse a la masturbación
masculina y cuantas a la femenina: “hacerse un dedo” es la única expresión que
podemos encontrar y es casi imposible oírla en boca de una mujer.
No es que la masturbación femenina no esté presente, pero aparece
en las conversaciones de tapadillo. La masturbación ocurre, pero cuando
hablamos de ella lo hacemos con un lenguaje limitado lo que hace que, aunque ya
no sea un tabú, sea algo de lo que es difícil hablar”.
4.
Prejuicios del placer
sexual femenino
4.1 ¿Que son los
prejuicios?
Un prejuicio es el proceso de formación de un
concepto o juicio sobre alguna cosa de forma anticipada, es decir una falacia o
proposición lógica de un mito, antes de tiempo; implica la elaboración de un
juicio u opinión acerca de una persona o situación antes de determinar la
preponderancia de la evidencia, o la elaboración de un juicio sin antes tener
ninguna experiencia directa o real. Consiste en criticar de forma positiva o
negativa una situación o una persona sin tener suficientes elementos previos. Es
una actitud que puede observarse en todos los ámbitos y actividades de la
sociedad, en cualquier grupo social y en cualquier grupo de edad, e implica una
forma de pensar íntimamente relacionada con comportamientos o actitudes de
discriminación.
En el campo de la psicología, un sesgo cognitivo es una distorsión
(distorsión cognitiva) en el modo en el que los seres humanos perciben la
realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el
campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías
generales de prejuicios.
4.2 Los 8 prejuicios más
conocidos
Tradicionalmente se ha conceptualizado el sexismo como una
hostilidad genérica hacia las mujeres. Sin embargo, éste puede manifestarse
conjuntamente con actitudes benevolentes y con el reconocimiento de
características "positivas" del estereotipo femenino.
La respuesta a esta contradicción está en la naturaleza de estas
características: no se puede infra humanizar a las mujeres negándoles la
capacidad de experimentar sentimientos, pero sí se las puede infravalorar
atribuyéndoles sentimientos o características "devaluadas". El
sexismo se caracteriza también por la falta de homogeneidad en la percepción
del grupo "mujeres".
Podemos hablar de subtipos específicos: tradicional (ama de casa),
independiente (profesional) y sexy. Con el fin de analizar las diferencias
existentes en la atribución de características a estos tres modelos de mujer,
así como las diferencias en la valoración de las mismas, se elaboró un
cuestionario con tres versiones.
·
Las mujeres manejan mal
·
A las mujeres a todas nos gusta ir de shopping. Amamos la ropa,
¡haríamos todo por un par de zapatos nuevos!
·
Las mujeres son todas controladoras y celosas.
·
A las mujeres nos gusta el dulce
·
¿Andas con la regla?
·
El
sueño de toda mujer es ser madre/esposa.
·
Las mujeres le hacemos el quite al sexo y no es de dama
hablar de eso.
·
Si a una mujer le gusta el fútbol es para ser más atractiva a
los hombres.
4.3 Mitos entorno a la
sexualidad de la mujer adolescente
·
Las mujeres tienen menos deseo sexual que los hombres
Esto es totalmente falso, no es verdad que la mujer tenga menor
deseo sexual que el hombre; lo que sí es cierto es que las cosas que despiertan
el deseo son distintas en las mujeres que en los hombres. Mientras en ellos el
deseo se despierta con mayor rapidez y facilidad con sólo lo visual; en ellas
el deseo y el placer pasa más por la mente que por lo físico.
·
Es preciso estar enamorada para sentir placer
Este mito se remonta a la época en la que la mujer se tenía que
casar virgen, por lo cual con el único con que tenía sexo era su marido. Pero
es totalmente falso el que para sentir placer debe intermediar el amor. Es más
hay muchas relaciones que sólo funcionan en el plano sexual y no más allá y
viceversa. La atracción física y el buen desempeño sexual del hombre son
suficientes para que exista el placer sin que exista amor de por medio.
·
Las mujeres no se masturban
Entorno a la masturbación femenina existen muchos tabúes y mitos,
propios de la represión sexual a la que ha sido sometida la mujer durante
siglos. Esto obviamente también es falso. Todas las mujeres se han masturbado
alguna vez y aquellas que lo hacen con frecuencia, logran un mayor conocimiento
de su cuerpo, un mayor placer y una vida sexual mucho más plena que aquellas
que no lo hacen.
·
Las mujeres que no tienen himen no son vírgenes
Este mito es falso y más de un dolor de cabeza debe haber causado
en épocas en que la virginidad era un valor fundamental en una mujer. La verdad
es que hay casos en que las mujeres nacen sin himen o lo pierden durante la
infancia con alguna caída. Incluso hay casos en que el himen es tan elástico
que no se rompe ni siquiera con el sexo, por lo cual hay himen y la mujer no es
virgen.
·
Las mujeres multiorgasmicas son ninfomanías
Esto es totalmente falso. La verdad es que las mujeres que tienen
la posibilidad de desarrollar más de un orgasmo durante la relación sexual, son
las que tienen un mayor conocimiento y dominio de su cuerpo y de su sexualidad.
·
La vida sexual femenina culmina con la menopausia
Este mito se basa en que con la menopausia finaliza la etapa
reproductiva de la mujer y en épocas remotas, la única manera en la que se
concebía el sexo en las mujeres era con fines reproductivos. Pero nada más
alejado de la realidad, ya que muchas mujeres logran la plenitud sexual en este
período cuando ya no tienen que preocuparse por la concepción.
5.
La virginidad como dominio
del hombre
Culturalmente se nos enseña cómo debemos comportarnos desde que
nacemos. Es por eso que las niñas juegan con muñecas y “a la mamá”, mientras
que ellos se entretienen con carritos e insectos raros en el jardín. Nosotras
tenemos los sentimientos “a flor de piel”, mientras que a
Ser hombre dentro de una cultura predominantemente machista, es
sinónimo de “dominador”, donde la fuerza se considera el medio para resolver
problemas y de esta forma medir la hombría de un varón. Según este concepto, la
agresividad, la inteligencia, y el poder de decisión se consideran
características “exclusivas” del sexo masculino. Además la hombría del “macho”
se refleja en la no demostración de afecto u otros sentimientos como la
tristeza, el temor, y el amor.
Para las mujeres, el machismo dicta que deben saber atender a un
hombre dentro del hogar, tener conocimientos de la administración de una casa y
actividades propias de la misma, y según el mismo concepto, ellas deben ser
delicadas, sufridas, sumisas, y decentes, lo que significa que deben llegar
vírgenes al matrimonio.
Hay padres que fomentan la promiscuidad en sus hijos y cuidan a sus hijas para que puedan llegar
célibes al matrimonio, inculcando así un concepto equivocado sobre las
relaciones y el sexo, que puede acompañarles durante toda la vida tanto a la
mujer como al hombre.
Es necesario reflexionar que cada quién es libre de ejercer su
sexualidad con responsabilidad como mejor le parezca. Hay hombres y mujeres que
toman la decisión de esperar hasta que se casen, mientras que hay personas que
les interesa conocer a su pareja en el plano sexual independientemente de si
existirá matrimonio o no. El caso aquí es que no debemos juzgar las decisiones
de las demás personas.
La virginidad no debería de ser un tabú en el caso de las mujeres
y aplaudido en los hombres cuando la pierden. Hay que recordar que la
autoestima de una persona no necesita de reconocimientos externos, ni de cosas
que hayamos hecho o no. La verdadera autoestima, y nuestra valía se basa en el
propio reconocimiento y en la confianza que tengamos en nosotros mismos, no en
si somos vírgenes o no.
6.
El matrimonio ¿esclavitud
o felicidad eterna?
Ciertamente
y de acuerdo con las diferentes culturas de los pueblos, la mujer desempeña un
papel muy diverso en la respetiva sociedad humana.
En
las culturas y respectivas religiones y costumbres principalmente del
continente asiático, la mujer casi no es más que un concepto, que a veces llega
a ser objeto y en contadas excepciones se le considera como persona. Ejemplo
para ello son los musulmanes, que consideran a la mujer como símbolo del
pecado, que no tiene derecho alguno y solo sirve de objeto de placer carnal
para su “dueño”, que celosamente la tiene totalmente oculta y tapada con velos
y lienzos. El extremo de ésta costumbre la representan los llamados “Talibanes”
que habitan las regiones de Afganistán y vecinos.
Pero
en nuestro mundo que llamamos “occidental” las culturas y sus costumbres son
totalmente distintas. Aunque la religión Cristiana sigue considerando a la
mujer como el origen del eterno “pecado de la carne” a tal grado que hasta
inventaron una “virgen” como madre de Jesús, y eso ha sido la pauta hasta la
fecha. Es más, hasta entre los “Diez Mandamientos” hay uno, que dice: “No
desearás la mujer de tu prójimo” pero omite totalmente el “no desearás el
hombre de tu prójima”…porque nuevamente la mujer ni existe.
Por
lo que acabo de afirmar, ya se, que muchos me “quemarán en la hoguera de la
blasfemia” pero eso es lo que pienso.
No
obstante lo anterior, hoy la iglesia Cristiana pretende concederle a la mujer
un papel más protagónico, pero aún reviste al hombre de cierta tendencia
prioritaria sobre la mujer, ya que no hay que olvidar, que el Cristianismo
proviene de Judaísmo de origen asiático del cercano y medio oriente, en el que
la mujer seguía siendo considerada solo como “objeto de procreación”.
Significativamente
en el idioma español el “machismo” es más acentuado que en otros idiomas del
mundo occidental, pues se habla de “reunión de padres de familia” y las que
asisten son las madres, pero en el seno familiar donde hay padre y madre, se
habla de “padres” y hasta de “PAPASES”, y donde hay hermanos y hermanas se
habla solo de “hermanos”…y hay muchos ejemplos más, como tíos, abuelos y
niños…etc.etc.
En
otras palabras, el género femenino simplemente no existe.
Durante
todos estos dos milenios, el culto a lo masculino no ha dejado surgir el
verdadero valor de la mujer, la que según las reglas matrimoniales, de hecho
convierte a la “esposa” en una mujer cuya obligación es la de servir a su amo y
dueño y obedecer los que éste le pida.
CONCLUSIONES
·
Sentirnos satisfechas no ha de ser una
sensación ligada a la buena voluntad, la destreza o los deseos de nadie que no
seamos nosotras mismas.
·
Sabemos infinidad de cosas sobre cómo hacer
disfrutar a una mujer en la cama, pero pocas veces salen a la luz
características intrínsecas del sexo femenino o que varíen el placer de ellas
sin la actuación de un hombre o los típicos productos eróticos.
·
El placer puede ser definido como una sensación
o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural se
manifiesta cuando un individuo consciente satisface plenamente alguna
necesidad.
·
En la sexualidad femenina la principal fuente
de placer ya no es exclusivamente el clítoris, sino los ojos al vernos.
·
La naturaleza suele asociar la sensación de placer
con algún beneficio para la especie y la Filosofía lo clasifica entre los tipos
posibles de felicidad.
·
En
conclusión la sexualidad femenina dejara de verse desde el punto de
reproducción humana para, generar una idea más amplia donde la mujer sea quien
elija y sea dueña de sus emociones,y más que la sociedad no vea como un deber
este sea un derecho para cada mujer que se sienta libre y segura que tiene el derecho
a la libertad sexual
BIBLIOGRAFIA
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