jueves, 17 de octubre de 2013

PLACER SEXUAL FEMENINO

FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA



MONOGRAFIA
PLACER SEXUAL FEMENINO

AUTORES:

-      Olascoaga Barrenechea Johanna Patricia
-      De la Cruz Rojas Ana Gabriela
- Quispe Alfaro Fiorella Anabell
- Mariños Savedra Neylim


ASESOR:

Lenin Walter Cardenas Angulo


LINEA DE INVESTIGACION

Psicología Clinica


TRUJILLO – PERU

2013



DEDICATORIA



Dedicamos este presente trabajo a Dios, por darnos la oportunidad de seguir por nuestros sueños.


A nuestra maestra, por ser para nosotros una excelente docente y amiga, que con sus palabras no alienta.


A nuestros amigos, por enseñarnos a que cuando te caes, con esfuerzo y lucha puedes levantarte y salir hacia adelante.









AGRADECIMIENTO

Agradecemos a Dios, por guiarnos en el camino, por no desampararnos; agradecemos también a nuestros padres, por brindarnos el apoyo económico y moral; a nuestra maestra por darnos el aliento a seguir luchando por lo que queremos.








INDICE


Dedicatoria
Agradecimiento
Introducción

CAPITULO I – PLACER


1. Definición de placer
2. Perspectivas éticas y religiosas sobre el placer
2.1 Judaísmo
2.2 Cristianismo
2.3 Protestantismo

CAPITULO II – SEXUALIDAD

        3.    Definición de la sexualidad
        4.    ¿Por qué estudiar a sexualidad?
        5.    Dimensiones de la sexualidad
5.1 Dimisión biológica
5.2 Dimensión psicosocial
5.3 Dimensión conductual
5.4 Dimensión clínica
5.5 Dimensión Cultural
          6.    Perspectiva histórica sobre la sexualidad
6.1 Época antigua
6.2 El pensamiento oriental
6.3 Las ideas medievales y renacentistas
6.4 Los siglos XVIII y XIX
6.5 El siglo XX
           7.    Fisiología textual
7.1 Cusas de la excitación sexual
7.2 El ciclo de la respuesta sexual
7.2.1    Excitación
7.2.2    Meseta
7.2.3    Orgasmo
7.2.4    Resolución
           8.    La sexualidad en el adulto
8.1 La primera etapa de la edad adulta
8.2 La madurez adulta

CAPITULO III – PLACER SEXUAL FEMENINO

           9.    Definición de placer sexual femenino 
          10. Las fantasías sexuales
10.1     Observaciones de las fantasías sexuales
10.2     Contexto de las fantasías sexuales
10.3     Curiosidad y creatividad
10.4     Exclusividad o participación
10.5     Fantasías intrusas
          11. Trastornos sexuales
11.1     Trastornos sexuales en la mujer
11.2     Vaginismo
11.3     Anorgasmia
11.4     Orgasmo rápido
11.5     Coito doloroso
          12. Causas de los trastornos sexuales
12.1     Factores psicosociales en la mujer
          13. Aumento del goce sexual
          13.1 Complicaciones ordinarias que limitan el placer sexual
      14. Como las emociones negativas afectan el deseo y el placer sexual femenino
      14.1 El dolor, la frustración y la decepción
      14.2 El resentimiento
      14.3 El desprecio por la pareja
14.4 El miedo a tu pareja
14.5 Que hacer
15.  El ultimo tabú sexual femenino: todas lo hace, nadie lo cuenta
16. Prejuicios del placer sexual femenino 
16.1 ¿Que son los prejuicios?
16.2 Los prejuicios mas conocidos
16.3 Mitos entorno a la sexualidad de la mujer adolescente              
17. La virginidad como dominio del hombre
18. El matrimonio ¿esclavitud o felicidad eterna?


INTRODUCCION
El placer sexual es lo que se siente o experimenta al estar excitado sexualmente. El placer sexual mejora la salud y el bienestar
El ser humano puede excitarse por estímulos que oye, ve, huele, saborea o toca. El estímulo puede ser real -estar presente en el mundo real-, ser fruto de la imaginación e incluso del sueño.
La excitación se produce cuando acariciamos nuestras zonas erógenas y/o también cuando una pareja lo hace mutuamente
Pese a que existe abundante información acerca de la sexualidad y los problemas sexuales del hombre, muy poco se ha escrito acerca de los componentes y posibles disfunciones en la sexualidad femenina.
Los pensamientos sexuales o fantasías son manifestaciones de deseo. El deseo desencadena las demás fases del ciclo.
Tener relaciones sexuales cuando en realidad no se tiene deseo, puede afectar de manera adversa las demás fases de una respuesta sexual normal.
Las primeras sensaciones de placer sexual físico, anuncian el comienzo de la siguiente fase: la excitación.
Lo que tampoco sabemos, es que existen prejuicios acerca de los deseos, fantasías y pensamientos que tiene la mujer en su vida sexual, en los placeres que siente, al tener relaciones, o el placer que siente al verse al espejo, o de tan solo sentirse bien con ella mismas.
Son por estos problemas, que la mujer se ve obligada a esconder su cuerpo, a caminar como si fuese un robot, o no tener respuestas sexuales.
Sentirnos satisfechas no ha de ser una sensación ligada a la buena voluntad, la destreza o los deseos de nadie que no seamos nosotras mismas.


CAPITULO I – PLACER

1.    Definición de placer
El término placer se contrapone normalmente al de dolor, se trata en parte de una definición de cosas por oposición.
En filosofía las reflexiones sobre la cuestión del placer se suelen enfocar a partir de consideraciones éticas. El enfoque ético de estos escritos tiene algún inconveniente, dado que su naturaleza ligada a la moral y la moralidad, a lo bueno y a lo malo, ha impedido a menudo una precisión analítica y psicológica. Esto ha sido así porque al ligarlo al bien y al mal se generan posiciones polémicas y antitéticas que dificultan delimitar no sólo que es el placer sino cual es su naturaleza.
El placer puede ser definido como una sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural se manifiesta cuando un individuo consciente satisface plenamente alguna necesidad: bebida, en el caso de la sed; comida, en el caso del hambre; descanso (sueño), para la fatiga; sexo para la libido; diversión (entretenimiento), para el aburrimiento; y conocimientos (científicos o no científicos) o cultura (diferentes tipos de arte) para la ignorancia, la curiosidad y la necesidad de desarrollar las capacidades. La naturaleza suele asociar la sensación de placer con algún beneficio para la especie y la Filosofía lo clasifica entre los tipos posibles de felicidad.

2.    Perspectivas éticas y religiosas sobre el placer

Según grandes pensadores del mundo antiguo y del mundo moderno, el placer sería el fin de la vida ética. Es decir, vivir bien consistiría en disfrutar lo más posible, en evitar dolores inútiles, en sacarle a la existencia todo su jugo de gustos y de satisfacciones, de éxitos y de alegrías.
La doctrina filosófica que defiende estas tesis recibe el nombre de hedonismo. Ya en el mundo griego hubo hedonistas famosos. Entre ellos destaca Epicuro (siglos IV-III a.C.). Para Epicuro, la filosofía tiene que ayudarnos a ser felices, es decir, a disfrutar al máximo y con una buena dosis de buen gusto.
Es interesante notar que para Epicuro y su escuela no todo placer es “bueno”, pues hay placeres que nos producen grandes dolores. Pensemos, por ejemplo, en un festín que nos ha costado mucho dinero y que luego nos causa dolores de estómago y discusiones en la familia. Por eso Epicuro decía que lo mejor sería buscar placeres “tranquilos” y “naturales”, que no causen problemas ni provoquen enfermedades. Es mejor un placer sencillo y asequible, como un vaso de agua fría en una tarde de verano, que no una botella de tequila costosa y no siempre saludable.

2.1 Judaísmo
La Torá (es decir Dios y NO el hombre semita bíblico) ha estipulado que la condición ideal, tanto para el varón como para la mujer, al momento de consagrarse en matrimonio (por primera vez) sea la virginidad.
Esto es así porque Dios nos ha regalado con el poderoso deseo sexual (del que se suele derivar el don del goce), para que acometamos tres empresas cruciales y sobresalientes: Encontrar a nuestra pareja idónea con la cual construir un trascendente proyecto familiar en común.
Completarnos personalmente cuando conseguimos la pareja idónea y así desprendernos de nuestra superficialidad egoísta y hedonista propia del inmaduro.
Poblar el mundo con más personas creadas a imagen y semejanza del Eterno. Ni las eternas vírgenes, ni las mujeres frívolas y casquivanas, están colaborando con sus actitudes y conductas para asociarse a Dios en estas tres empresas. Ni los varones misóginos y empedernidamente castos, ni los donjuanes que vuelan como picaflor de parte de mujer a parte de mujer, son socios del Eterno en estos temas.
Así pues, cuando el impulso sexual parece irrefrenable, y uno aún es soltero/a; lo mejor es ponerse en campaña para ubicar a la persona adecuada con la cual construir nuestra familia, y así gozar de la bendición de la sexualidad tal y como Dios desea.
En el otro extremo: negarnos obstinadamente a relacionarnos sexualmente dentro de los parámetros delimitados por la normativa, es oponernos a la divina Voluntad.
(Lo que significa que, en el plan de Dios, tanto el paradigma de la virgen sagrada como de la mujer libertina, son modelos para desechar y evitar.
Si freiras quiere decir monjas en portugués, le explico que estas mujeres están viviendo una forma de vida que mina las bases de la misión que Dios ha dado a la humanidad, si bien por otra parte pueden estar dedicadas a obras de loables resultados; una cosa no quita la otra.

2.2 Cristianismo
Existe la creencia equivocada de que lo cristiano condena todo lo relacionado con el placer sexual. Objetos sexuales, juegos preliminares, caricias, etc… Todo lo “divertido” se piensa que está prohibido.
El pecado no está en la satisfacción y el placer. Está en cómo la tratamos. En el momento en que el placer y no el amor se sitúan como lo más importante es cuando aparece el pecado.
El Evangelio dice que no hay nada fuera del hombre que por entrar en él le pueda contaminar. Pero lo que sale del hombre es lo que contamina al hombre. En nuestro corazón está la clave.
La sociedad se ríe y nos tacha de reprimidos porque, al igual que con cualquier otra cosa, el camino del cristiano exige esforzarse en armonizar su sexualidad a la voluntad de Dios. La experiencia cristiana nos propone una sexualidad “de altura”. Mientras nuestra sociedad nos propone un modelo en el que lo que me gusta y apetece es la meta máxima a la que podemos aspirar en una relación sexual, el cristianismo nos ofrece un modelo en el que la relación sexual es la fiesta en la que el matrimonio celebra una vida de entrega total y renuncia a nuestros propios apetitos para que nuestra pareja tenga vida. Pone a la persona por encima del placer, y pone al placer como algo al servicio de la comunión profunda de la pareja.
Lo importante no es si me da gustito, sino lo que hay en nuestra relación. El gustito es la guinda del pastel. Es un placer que descansa sobre una vida de pareja plena en cualquier otro ámbito y no sólo en el sexual.















CAPITULO II – SEXUALIDAD

1.    Definición de la sexualidad
La sexualidad está conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos, como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios de su cultura y de su época.
Así pues, los seres humanos en todas sus acciones manifiestan su sexualidad, desde la forma de vestir, hablar, caminar, etcétera, hasta en aquéllas en que se demuestran los afectos, las relaciones con los demás y la búsqueda de la intimidad y del placer. Al igual que con la palabra sexo, en muchas ocasiones el término sexualidad se ha usado para referirse sólo a las actividades que tienen que ver con el placer sexual; sin embargo, como ya se mencionó, la sexualidad forma parte de cualquier expresión humana, ya sea con búsqueda de placer sexual o sin ella.
La sexualidad se va modificando en cada etapa de la vida del individuo, y está básicamente determinada por el aprendizaje adquirido en el medio que le rodea. Es por eso que de una edad a otra los intereses sexuales van cambiando, coincidiendo generalmente con los cambios corporales. La sexualidad al irse construyendo ofrece la posibilidad de modificarse para permitir un mejor desarrollo del ser humano.
Existen diversos tipos de placer como:
·         El placer físico, que deriva de disfrutar condiciones saludables relacionadas con la estimulación de los órganos de los sentidos (las relaciones sexuales o la ingestión de platos suculentos de comida, por ejemplo). Hay distintos tipos de placer físico: el producido por el gusto o placer gastronómico; el producido por el tacto (masaje, placer sexual en sus diversas manifestaciones,...); el placer auditivo (música), el placer visual (arte,...), el deportivo, etcétera. Los griegos aconsejaban un placer moderado y consideraban un vicio pernicioso cualquier placer inmoderado.
·         El placer psíquico deriva del recreo que provoca en el ser humano la imaginación y la fantasía, el recuerdo de lo agradable, el humor, la alegría, la comprensión y los sentimientos de equilibrio, paz y serenidad, que granjean la llamada felicidad. El mero pensamiento puede llegar a sentirse dichoso sólo con la imaginación de lo bueno que no se posee ni se disfruta en ese momento. El placer "psíquico" es definido por Platón como el mayor, y abarca también todos los placeres mentales causados al percibir cultura o arte, o al crear.
·         El placer estético, que mana de la contemplación y disfrute de la belleza, que consiste en el equilibrio "perfecto" (subjetivo, por supuesto) entre lo ideal y la realidad.
·         El placer intelectual, que nace al ampliar nuestros conocimientos y arrancar secretos a lo desconocido para poder descubrir y satisfacer nuestras necesidades espirituales e intelectuales, y hacer más libre y consciente nuestro actuar.
·         El placer lúdico, que deriva de la práctica de cualquier tipo de juego y se encuentra en la raíz de muchos otros tipos de placer.
·         El placer emotivo o emocional, que deriva de la empatía al compartir el amor y el afecto de la familia, de entablar y sostener amistad con los iguales y sentirse aceptado por otros seres humanos.
·         El Placer de la contemplación, participación y goce de lo insólito y desconocido es también una fuente de placer, por ejemplo cuando se trata de espectáculos: fuegos artificiales, una escultura, un edificio (arquitectura), un paseo por un paraje natural, un viaje a un lugar desconocido, la lectura de un libro, etcétera.


2.    Dimensiones de la sexualidad

2.1 Dimensión psicosocial

Según William H. Masters, la evaluación del aspecto psicosocial de la sexualidad reviste importancia porque arroja luz no solo sobre muchos trastornos sexuales, sobre nuestra evolución como seres sexuales. Desde la infancia, la identidad sexual o de genero de un individuo viene configurada primordialmente por fuerzas psicosociales.

Nuestras primeras actitudes hacia el sexo que a menudo nos acompañan hasta el estado adulto, se basan en gran medida de que lo que dicen o nos muestran los padres, condiscípulos y maestros acerca del sentido y los objetivos del sexo. La vertiente social de la sexualidad se manifiesta también en que la colectividad la regula mediante normas, proscripciones y precisiones parentales y de los grupos de individuos de nuestra misma edad, con el propósito de inducirnos a encauzar conducta sexual por una senda determinada.

2.2 Dimensión conductual

Con excesiva frecuencia la gente tiende a plantearse la sexualidad de manera categórica, entre lo que es ``normal`` y lo que se le antoja ``anormal``. En general, lo ``normal`` coincide con nuestro comportamiento mientras que consideramos anormal la conducta ajena, los actos que nos parecen diferentes o inusitados. La pretensión de enjuiciar lo que es normal en los otros resulta una tarea bastante ingrata y, además, suele estar condenada al fracaso porque nuestra objetividad esta mediatizada por nuestros propios valores y experiencias.

2.3 Dimensión cultural

Las actitudes culturales que rigen la sexualidad en los Estados Unidos, distan mucho de tener valor universal. En ciertas comunidades, las obligaciones de un hombre para con su huésped o sus amigos se saldan invitándoles a realizar el acto amoroso con su esposa.
A menudo, las cuestiones relacionadas con el sexo tienen un carácter polémico y se reinterpretan en función de los respectivos esquemas de valores. Pero con frecuencia la controversia guarda relación con la época, el lugar y las circunstancias. El concepto de lo ``normal`` y de lo ``justo`` o ``correcto`` varia con cada cultura y se un siglo a otro. Muchos aspectos morales inherentes al sexo se vinculan a determinadas tradiciones religiosas, pero la religión no tiene el monopolio de la moralidad. Tan ``morales`` son los individuos no apegados a firmes creencias religiosas, como aquellos otros cuyos principios se supeditan a los postulados de un credo religioso.
No existe un sistema de valores sexuales que tenga validez universal, ni un código moral que sea indiscutiblemente justo y aplicable a todos los hombres. (1985)


3.    Los temas sexuales en la cultura popular

3.1. La sexualidad en los medios de comunicación

3.1.1 La sexualidad en los periódicos y revistas
Según Ángeles Rubio Gil, los estudios sobre las revistas juveniles y la información sobre sexualidad
Son muchas las investigaciones realizadas en España sobre la información relativa a la sexualidad recibida por las y los adolescentes, y aunque suelen ser estudios de casos, tienen relevancia en tanto que coinciden en los agentes y fuentes de información y en la incidencia de cada uno de ellos. Nuestro estudio intenta aportar una muestra estadísticamente representativa, que incluye la primera adolescencia como objeto de investigación y un análisis de los contenidos, y de la influencia efectiva tanto de éstos como de los respectivos agentes de socialización difusos.
La primera adolescencia, olvidada a menudo en parte de las investigaciones, es de gran importancia con vistas a las políticas educativas y sociales. Sobre todo en lo concerniente al papel de las y los educadores y más si reflexionamos sobre el hecho de que las edades de iniciación en las relaciones sexuales es cada vez más temprana. Asimismo, es común referirse genéricamente a las fuentes de información sexual en los términos de ‘el entorno’, y a los agentes, como ‘los medios de comunicación’, sin determinar cuáles son los mismos, sus contenidos, y bajo qué modelos y variables operan. (2012)
3.1.2 La sexualidad en el cine
Según Cesar Medina Alicia Michelle, la sexualidad fue un tema tan exitoso que rápidamente se estableció como serie y fue evidente el paso del film educativo y a menudo documental, al film de entretenimiento y ``porno``.
El erotismo y la sexualidad en el cine recibieron un impulso ejemplar en los años sesenta. Llego un momento nuevo y especial para el cine en español. Se rodaron películas donde se podían ver cuerpos al desnudo, donde se hacia el amor, donde el destaparse era una realidad.
3.1.3 La sexualidad en la televisión

Entre los medios existen uno de los que mas influye en la educación moral y sexual, es la televisión. Aunque la mayor parte de forma negativa.
La publicidad utiliza el libido y la sublimación combinada con la representación tradicional de papeles femeninos y masculinos para convencer a la gente que debe comprar cualquier cosa. (1997)

3.2. La sexualidad en la publicidad
Es una realidad de la sociedad actual que la publicidad ha aparecido masivamente en los medios de comunicación y en todo aquello que se encuentra en el entorno de los posibles consumidores de productos; la publicidad cada día busca nuevas técnicas para llegar a las personas y hacer llegar el mensaje de la compra de diversidad de productos, estas técnicas o rutas para llegar a la sociedad se derivan de estímulos relacionados con todo lo que afecta la cotidianidad o la naturaleza del ser humano.
La sociedad cambia, las opiniones se modifican, sin embargo, la naturaleza humana prevalece, es por eso que aspectos propiamente internos del ser humano, como: el deseo sexual, el líbido y la figura humana, cada día se ven más vinculados a los medios de comunicación y por supuesto a la publicidad; viendo estos aspectos y cómo ahora forma parte de la cotidianidad, ver hombres y mujeres desnudos en los anuncios publicitarios.

3.3. La sexualidad en el arte del siglo XXI
El arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano, con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas, emociones o en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, con los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos.
La sexualidad a través del arte comenzó desde la mitología griega y tenia como fin justificar a los personajes y la doble moral de la iglesia del renacimiento.
El siglo XXI, es el siglo de la generalización del diseño y de la eclosión de la novedad, la irrupción de la novedad va a producirse por varias vías diferentes, pero ninguna de ellas es tan interesante como la que llega por vía del arte. Ninguna otra actividad humana puede ejercitarse con tanta libertad como la que permite la expresión artística, el arte es la grieta mas abierta del punto mas vulnerable del status quo, el ámbito en el la expresión humana se encuentra menos amordazada. El arte es parte de nosotros desde nuestro comienzo, desde siempre existe el placer y la lujuria, si lo miramos desde otro  punto de vista, la mujer es la inspiradora, de que el hombre en sus obras exprese todo el placer y lujuria que siente por la mujer.
El arte siempre ha servido de referencia de la sexualidad, por que siempre es representada por mujeres desnudas en los cuadros de algunos de los pintores mas destacados de la historia. La belleza natural viene desde mucho antes, los egipcios, los griegos las  grandes civilizaciones, pintaban  sobre sus templos imágenes  eróticas, para advertir a la gente sobre el pecado y lo que no se debía hacer. En la actualidad ver un cuadro de una mujer o un hombre desnudo, tiene un significado  de morbosidad, por que esta sociedad siempre ha pensado, que demostrar el arte como desnudos, es un tipo de pornografía y eso lo lleva a excitarse para muchos, esta sociedad perdió el criterio del arte.
El cuerpo humano es sexualidad y a la vez es todo tipo de exposición artística, en libros, revistas, películas, los mejores poemas están inspirados en  el tema de la sexualidad y la poesía es arte de inspiración del cuerpo humano,

4.    Perspectiva histórica sobre la sexualidad

Según William H. Masters, para  una  mejor comprensión del presente , es conveniente  empezar por  el   examen  del pasado   histórico .en determinado aspectos ,estamos  ligados  por  una  herencia  sexual  que  se  ha  transmitido de  generación ;pero en otros ámbitos las  ideas modernas  sobre  el  sexo y la  sexualidad difieren  sustancialmente de los  modelos de  antaño.


4.1  Época antigua
         
          Aunque  las  fuentes históricas escritas se remontan a  casi  mil años en el tiempo, tan solo se  dispone de  datos en el limitados sobre la  descripción de la  conducta y la  actitud  sexuales en diversos pueblos con anterioridad al año 1000 a.de C. Existe  evidencia de  que  ya  entonces el incesto estaba rígidamente proscrito, al tiempo que se  consideraba a la  mujer como una  pertenencia personal , destinada a proporcionar  placer sexual y a funciones de  reproducción. Los  hombres  tenían  derechos a gozar de  relaciones sexuales  con muchas  mujeres, la prostitución se  hallaba muy extendida y el  sexo se  aceptaba  como una  realidad mas  de  la vida cotidiana .
           Sin embargo, en la  antigua Grecia se  dio una  tolerancia, e incluso un fomento, de  ciertas formas  de  homosexualidad  masculina. Eran corrientes  las  relaciones entre  adultos  y  adolescentes púberes , por  lo  general en el seno de  un contexto  educativo  en el  varón adulto  tenia encomendada la  formación ética e  intelectual de su pupilo. A la  vez, se desaprobaba la  homosexualidad y los  actos  de este  genero, con carácter exclusivo, entre los  hombre adultos , y  también  entre estos últimos y muchachos impúberes , situación  esta penada por la  ley. 

4.2  El pensamiento oriental
        
 En  otras partes  del  mundo los  criterios que  regían la  sexualidad  diferencian  de  los que  hemos descrito , La actitud  frente al sexo en el Islam , el  hinduismo y el antiguo  oriente era en general  mucho  mas  positivo  que  en Occidente .Bullough apunta que “ en el ámbito de la  sociedad hindú siempre había un segmento  que aprobaba  casi todos  los  comportamientos  de  índole sexual” , y   añade   que en  China “ el sexo  no era  un hecho  que inspirase temor, ni se  conceptuaba  como  pecaminoso ; antes bien , se  estimaba  como un acto  de  culto  y veneración” , e  incluso  como la  senda  que  conducía a la  inmortalidad . La  Kama Sutra, que  se compilo poco  mas  o menos  por  la  misma  época en que san Agustín escribía las  Confesiones, constituye un pormenorizado manual hindú del sexo , En la  antigua China y en el Japón ancestral , proliferaba este  tipo de manuales que  cantaban el éxtasis del goce sexual y sus  variedades . Esta diferente  apreciación de la  sexualidad ha  proseguido a lo largo  del  tiempo , aunque por el momento centramos  nuestro  estudio  en la  historia  del sexo en el mundo occidental .En posteriores capítulos  analizaremos otras  culturas.

4.3  Las ideas medievales y renacentistas

 A  menudo  la  teología se  equiparaba con la ley civil y en general , la  postura  de la  jerarquía oficial  en el  terreno  sexual  fue de  repudio, salvo cuando primaban  los  objetivos  de  procreación . No  obstante, en el  practica se contaba una  cierta hipocresía entre  los postulados que la  Iglesia mantenía y la realidad  de los hechos , ya  que “muchas veces , los  cenobios y casas religiosas  eran focos de  sexualidad”.
Poco  después  de la  época del amor sublime, hicieron su aparición los  cinturones de  castidad. Estos artilugios permitían a los  maridos  echar  llave  a  su esposa  como quien cierra un arca llena  de  dinero. Si bien  surgieron en un principio  para  impedir las  violaciones, lo cierto es que  también sirvieron para poner a  buen recaudo  las “ posesiones” personales  del  varón .

4.4  Los siglos XVIII y XIX
    
          Al hablar de  las  posturas  dominantes en  una  etapa  de la  historia  es preciso tener presente que  existan diferencias apreciables según el país , los estratos sociales  y los grupos religiosos .Si bien disponemos de pruebas  que  acreditan la  existencia de una amplia tolerancia sexual en Inglaterra y Francia durante  el siglo XVIII , en la América colonial  prevalecía la  ética putitana .Se condenaba la  sexualidad  fuera del matrimonio y se alentaba la  solidaridad  familiar . Los  que incurrían en adulterio o tenían contacto íntimo antes del matrimonio  eran azotados, puestos en la picota o en el cepo y obligados  a exculparse en público. Quizá el lector  conozca el libro de Nathaniel Hawthorne. La letra escarlata en que se ofrece un relato  de la época colonial.
          En el  ultimo siglo XIX, el psiquiatra alemán  Richard von Krafft-Ebing estableció una  clasificación pormenorizada de las  disfunciones sexuales .Su Psychopathia sexuales(1886), de las que  se realizaron doce edificios , tuvo un fuerte impacto e incluyo de manera decisiva en las nociones colectivas  y en la practica  de la  medicina y del derecho  durante mas de  setenta y cinco años . Este  influjo  revestía aspectos positivos y negativos .Por un lado , Krafft-Ebing propugno la  comprensión  y el tratamiento medico de las  denominadas perversiones  sexuales y la  reforma de las  leyes aplicables a los  delincuentes  sexuales ; discriminadamente el sexo , la delincuencia  y la  violencia .




4.5  El siglo XX

Al doblar el siglo se  empieza a  investigar la  sexualidad de forma  mas  objetiva .Si bien en muchos  ambientes perviven  las  actividades  perviven  las actitudes puritanas , la obra de científicos  relevantes  como Albert Moll , Magnus Hirshfeld,Iwan Bloch y Havelock Ellis se  conjuga  con  las  dinámicas teorías  de Freud para iniciar un contundente  cambio de  mentalidad en lo tocante al sexo.(1985)




CAPITULO III – PLACER SEXUAL FEMENINO


1.    El placer sexual femenino 

Hoy un día en el que se conmemora la lucha de muchas mujeres por conseguir la igualdad de oportunidades y una representación activa en la sociedad, aprovecho la ocasión para reinvidicar el placer femenino, un derecho  a veces relegado a un segundo plano y al que se le ha dado menos publicidad que a otros quizá por pertenece al terreno de la intimidad de cada cual.
El reconocimiento del placer femenino es relativamente reciente en nuestra historia. Supuso aceptar que la reproducción, si bien es cierto que forma parte de la sexualidad humana, no es el objetivo final y que por tanto, el destino de las mujeres no es la maternidad. Ésta es más una cuestión de deseos (de placeres por qué no) que de instintos o condición.
Este Orden Sexual Reproductivo ha supuesto la subordinación del placer femenino al modelo de goce (genital y reproductivo) del varón, dificultando a las mujeres vivir su propia sexualidad y disfrutar de ella y en especial de su erótica, en definitiva, conocer y explorar su placer, por lo que aún andamos un poco verdes en estas cuestiones.
Aunque en los último años hemos conseguido grandes logros en este sentido, gracias a muchas acciones educativas (algunas con sexología y pedagogía y otras no), movimientos reivindicativos (pro igualdad o pro diferencia) y sobre todo con un cambio de actitud más respetuoso en cuanto a diferencias de orientación y formas de satisfacer los deseos, lo cierto es que aún nos siguen atormentando muchos de los fantasmas del pasado y, la libertad sexual alcanza a veces también nos pone en apuros, nos hace caer en trampas que nos vuelven a marcar deberes, ya no tanto desde el vicio, el peligro, la enfermedad o la desviación pero sí desde habilidades sexuales, listados de puntos erógenos, predisposición sin límites, cuerpos esculturales, posturas a veces más cercanas a las artes circenses que al goce de los cuerpos….
Por lo que no puedo desaprovechar la ocasión para reivindicar una vez más la importancia de una Educación Sexual con sexología y pedagogía, con rigor científico, alejada de juicios, morales e ideologías, desde la que se permita a los sexos, a los hombres y las mujeres CONOCER (SE), ACEPTAR (SE) y vivir de forma SATISFASTORIA su sexo, su peculiar forma de ser hombres y mujeres, de vivirse, sentirse, expresarse, desear, amar, convivir y reproducirse como tal.
De otros muchos derechos podrán habernos privado a lo largo de la historia a las mujeres, pero el derecho a desear y disfrutar de nuestra erótica, está en nuestras manos. Por suerte la naturaleza nos regalo el único órgano cuya peculiar y exclusiva función es proporcionar placer, el clítoris un miembro que no necesita de complementos ajenos a nuestro cuerpo (o sí, dependen de los deseos de cada una) para cumplir su recuerdo única tarea, hacernos disfrutar, por ello hoy Día Internacional de la Mujer os invito no sólo a explorar vuestros cuerpos  y vuestra erótica y disfrutar de ello, sino a salir de la trampa en la a veces, esos fantasmas del pasado nos hacen caer, a vivirnos como las directoras de nuestra biografía.
Sentirnos satisfechas no ha de ser una sensación ligada a la buena voluntad, la destreza o los deseos de nadie que no seamos nosotras mismas. Una cosa es que yo desee compartir y satisfacer algunos de mis deseos en relación (con otro sexuado) y otra que le haga responsable de mi goce.
.
2.    Las fantasías sexuales

Según William H. Masters, la  fantasía hace que podamos  de las frustraciones y cortapisas de la  vida  cotidiana. Mediante la imaginación  el individuo  puede  transformar el mundo real   en lo   que mas le  agrade, aunque sea  algo inverosímil y  efímero. Si bien la  fantasía  no es mas que una  divagación simulada  de  nuestra mente , puede contribuir  a  concitar entusiasmo, estimulo , aventura , goce y seguridad en uno mismo.
A partir de la niñez, la mayoría de gente tiene fantasías sexuales que cumplen variedad de funciones y que generan un amplio abanico de respuestas
.
2.1  Observaciones de las fantasías sexuales

Aunque  todos  los  niños aprenden que la  simulación o  fingimiento puede  ser un juego  muy divertido, después de la  niñez  las  fantasías  sexuales no suelen concebirse como un pasatiempo festivo o humorístico.
Quizá   esta  actitud  se  explique por el hecho de que, en general , la  sexualidad  se considera como una  cosa muy seria , incluso tratándose de  invenciones de  la mente .

Por  otra  parte , algunas  religiones consideran  el pensamiento  como equivalente al acto , de modo que la persona que tiene  conscientemente , pensamientos “impuros” o apetencias  inmortales .
A  veces es difícil distinguir la fantasía sexual del deseo sexual . De la misma manera que en ocasiones  se entremezclan la  sensación de apetito  y la  evocación del plato  que uno  desearía comer,  la libido  puede conjugarse con imágenes sobre la  forma de obtener  gratificación sexual.

2.2  El contexto de las fantasías sexuales

Las  fantasías sexuales  se  producen  en una gran variedad  de marcos y circunstancias. veces esos intención  para pasar  el rato , para  animar  una situación  tediosa o ponerle  un poco de  picante al acto  amoroso .Otras veces , las fantasías  sexuales flotan en nuestra  coincidencia de forma   accidental, tal vez  desencadenadas por ideas o sentimientos de los  que apenas tenemos conocimiento.

2.3  Curiosidad y creatividad

A  menudo, el deseo de pasar por un  trance  aun no   experimentado, proscrito o notoriamente  inasequible, constituye un rasgo determinante de las  fantasías sexuales .Por  ejemplo , una mujer  casada  que siempre  ha sido fiel a su  esposo puede  complacerse  en imaginar  una relación extramatrimonial , o un adolescente  de  quince años puede fantasear con una  mujer  retratada en Playboy e imaginarlo que hace el amor con ella .E uno y otro caso , la  fantasía no significa que el  individuo quiera  de  verdad plasmar  en realidad  lo que ha inventado se mente .
Al elaborar  una  fantasía  sexual , el individuo no solo  programa  el episodio  sino que , además , orquesta las  emociones de los personajes  que protagonizan la  fantasía.

La mujer  que  fantasea con un amante  puede  hacer de el , si así  lo desea , un varón fornido  y silencioso  , y lo propio  sucede  si quiere  que ese ser  imaginado  se  convierta  en un hombre  de modales delicados  y palabras  fácil . Por su parte , un varón  puede  imaginar  una mujer apasionada y decidida y convertirla  en protagonista  de  sus  evocaciones  sexuales o , por el contrario , conjurar la imagen  inhibida  y reticente  que  obligue a su pareja  a someterla .En  este  sentido  , la  fantasía  proporcionada  una  dimensión  relativamente  inalcanzable en la vida real , ya que incluso  si el compañero esta dispuesto  a  experimentar cualquier propuesta  que se le  haga , es imposible ejercer dominio absoluto  sobre su temperamento  o sus  emociones.

2.4  Exclusividad o participación

Muchas  personas  consideran  las  fantasías  sexuales como una pertenencia  exclusiva que  no incumbe mas que a ellas .En los últimos años , se ha dicho  que compartir  las  fantasías  con el compañero   favorece  la intimidad  y la  compresión mutua.
Pero además  de interpretar equivocadamente una  fantasía , entra en lo posible  que el miembro  no involucra  de la pareja  estime que , de alguna manera , debe  interpretar  el papel   que se le  asigna  y llevarlo  a la  vida  real .

Aunque  el compañero o compañera  puede  decir “no “ , se da en ocasiones  una presión  insidiosa y sutil , sea intencionada o no deliberada .

Después  de  saber que su pareja  se  excita con una  determinada  fantasía sexual ¿ acepta experimentarla, aunque le  resulte un tanto  incomodo , con objeto de mostrarse comprensivo y receptivo hacia las necesidades del compañero ?.

2.5  Fantasías intrusas

          No todas las  fantasías sexuales  aparecen  al conjuro  del sujeto  ni todas resultan  placenteras .A veces afloran fantasías  no queridas que se manifiestan retiradamente, y en otros casos  invaden  el nivel  de conciencia de un individuo de forma intimidante  originando  estados  de  agitación , culpa o sentimientos antagónicos .Estas ficciones pueden producir  excitación sexual o ser tan inquietantes que impidan que  surge el impulso  erótico . (1985)


3.    El ultimo tabú sexual femenino: todas lo hace, nadie lo cuenta

Es el último secreto de la sexualidad femenina. Una práctica que a la mayoría de las mujeres les cuesta reconocer, pese a que casi todas la practican. La masturbación femenina es una de las pocas prácticas sexuales sobre las que aún pesa un enorme tabú.
Los datos de las encuestas son, como en todo asunto rodeado por el oscurantismo, poco fiable, pero ya en los años 50 el famoso estudio sobre comportamientos sexuales del doctor Alfred Kinsey llegó a la conclusión de que el 62% de las mujeres se habían masturbado alguna vez en la vida. Y, dado lo que ha llovido desde entonces, lo más probable es que hoy la cifra sea muy superior.
La masturbación ocurre, pero cuando hablamos de ella lo hacemos con un lenguaje limitado, lo que hace que sea algo de lo que es difícil hablar
Es cierto que cada vez es más habitual que las mujeres compartan su opinión sobre todo tipo de juguete sexuales, cuyo fin último no es otro que el del onanismo, pero muy pocas hablan del acto en sí, algo que contrasta con lo extendida, aceptada y visible que resulta la masturbación masculina, sobre la que los hombres hablan, sin apenas sonrojo, delante de casi todo tipo de audiencias.
La masturbación femenina ni siquiera tiene un espacio en el lenguaje coloquial, basta ver cuántas formas hay de referirse a la masturbación masculina y cuantas a la femenina: “hacerse un dedo” es la única expresión que podemos encontrar y es casi imposible oírla en boca de una mujer.
No es que la masturbación femenina no esté presente, pero aparece en las conversaciones de tapadillo. La masturbación ocurre, pero cuando hablamos de ella lo hacemos con un lenguaje limitado lo que hace que, aunque ya no sea un tabú, sea algo de lo que es difícil hablar”.

4.    Prejuicios del placer sexual femenino 

4.1 ¿Que son los prejuicios?

Un prejuicio es el proceso de formación de un concepto o juicio sobre alguna cosa de forma anticipada, es decir una falacia o proposición lógica de un mito, antes de tiempo; implica la elaboración de un juicio u opinión acerca de una persona o situación antes de determinar la preponderancia de la evidencia, o la elaboración de un juicio sin antes tener ninguna experiencia directa o real. Consiste en criticar de forma positiva o negativa una situación o una persona sin tener suficientes elementos previos. Es una actitud que puede observarse en todos los ámbitos y actividades de la sociedad, en cualquier grupo social y en cualquier grupo de edad, e implica una forma de pensar íntimamente relacionada con comportamientos o actitudes de discriminación.
En el campo de la psicología, un sesgo cognitivo es una distorsión (distorsión cognitiva) en el modo en el que los seres humanos perciben la realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios.

4.2 Los 8 prejuicios más conocidos

Tradicionalmente se ha conceptualizado el sexismo como una hostilidad genérica hacia las mujeres. Sin embargo, éste puede manifestarse conjuntamente con actitudes benevolentes y con el reconocimiento de características "positivas" del estereotipo femenino.
La respuesta a esta contradicción está en la naturaleza de estas características: no se puede infra humanizar a las mujeres negándoles la capacidad de experimentar sentimientos, pero sí se las puede infravalorar atribuyéndoles sentimientos o características "devaluadas". El sexismo se caracteriza también por la falta de homogeneidad en la percepción del grupo "mujeres".

Podemos hablar de subtipos específicos: tradicional (ama de casa), independiente (profesional) y sexy. Con el fin de analizar las diferencias existentes en la atribución de características a estos tres modelos de mujer, así como las diferencias en la valoración de las mismas, se elaboró un cuestionario con tres versiones.

·         Las mujeres manejan mal
·         A las mujeres a todas nos gusta ir de shopping. Amamos la ropa, ¡haríamos todo por un par de zapatos nuevos!
·         Las mujeres son todas controladoras y celosas.
·         A las mujeres nos gusta el dulce
·         ¿Andas con la regla?
·         El sueño de toda mujer es ser madre/esposa.
·         Las mujeres le hacemos el quite al sexo y no es de dama hablar de eso.
·         Si a una mujer le gusta el fútbol es para ser más atractiva a los hombres.


4.3 Mitos entorno a la sexualidad de la mujer adolescente

·         Las mujeres tienen menos deseo sexual que los hombres
Esto es totalmente falso, no es verdad que la mujer tenga menor deseo sexual que el hombre; lo que sí es cierto es que las cosas que despiertan el deseo son distintas en las mujeres que en los hombres. Mientras en ellos el deseo se despierta con mayor rapidez y facilidad con sólo lo visual; en ellas el deseo y el placer pasa más por la mente que por lo físico.
·         Es preciso estar enamorada para sentir placer
Este mito se remonta a la época en la que la mujer se tenía que casar virgen, por lo cual con el único con que tenía sexo era su marido. Pero es totalmente falso el que para sentir placer debe intermediar el amor. Es más hay muchas relaciones que sólo funcionan en el plano sexual y no más allá y viceversa. La atracción física y el buen desempeño sexual del hombre son suficientes para que exista el placer sin que exista amor de por medio.
·         Las mujeres no se masturban
Entorno a la masturbación femenina existen muchos tabúes y mitos, propios de la represión sexual a la que ha sido sometida la mujer durante siglos. Esto obviamente también es falso. Todas las mujeres se han masturbado alguna vez y aquellas que lo hacen con frecuencia, logran un mayor conocimiento de su cuerpo, un mayor placer y una vida sexual mucho más plena que aquellas que no lo hacen.
·         Las mujeres que no tienen himen no son vírgenes
Este mito es falso y más de un dolor de cabeza debe haber causado en épocas en que la virginidad era un valor fundamental en una mujer. La verdad es que hay casos en que las mujeres nacen sin himen o lo pierden durante la infancia con alguna caída. Incluso hay casos en que el himen es tan elástico que no se rompe ni siquiera con el sexo, por lo cual hay himen y la mujer no es virgen.
·         Las mujeres multiorgasmicas son ninfomanías
Esto es totalmente falso. La verdad es que las mujeres que tienen la posibilidad de desarrollar más de un orgasmo durante la relación sexual, son las que tienen un mayor conocimiento y dominio de su cuerpo y de su sexualidad.
·         La vida sexual femenina culmina con la menopausia
Este mito se basa en que con la menopausia finaliza la etapa reproductiva de la mujer y en épocas remotas, la única manera en la que se concebía el sexo en las mujeres era con fines reproductivos. Pero nada más alejado de la realidad, ya que muchas mujeres logran la plenitud sexual en este período cuando ya no tienen que preocuparse por la concepción.


5.    La virginidad como dominio del hombre
Culturalmente se nos enseña cómo debemos comportarnos desde que nacemos. Es por eso que las niñas juegan con muñecas y “a la mamá”, mientras que ellos se entretienen con carritos e insectos raros en el jardín. Nosotras tenemos los sentimientos “a flor de piel”, mientras que a
Ser hombre dentro de una cultura predominantemente machista, es sinónimo de “dominador”, donde la fuerza se considera el medio para resolver problemas y de esta forma medir la hombría de un varón. Según este concepto, la agresividad, la inteligencia, y el poder de decisión se consideran características “exclusivas” del sexo masculino. Además la hombría del “macho” se refleja en la no demostración de afecto u otros sentimientos como la tristeza, el temor, y el amor.
Para las mujeres, el machismo dicta que deben saber atender a un hombre dentro del hogar, tener conocimientos de la administración de una casa y actividades propias de la misma, y según el mismo concepto, ellas deben ser delicadas, sufridas, sumisas, y decentes, lo que significa que deben llegar vírgenes al matrimonio.
Hay padres que fomentan la promiscuidad en sus hijos  y cuidan a sus hijas para que puedan llegar célibes al matrimonio, inculcando así un concepto equivocado sobre las relaciones y el sexo, que puede acompañarles durante toda la vida tanto a la mujer como al hombre.
Es necesario reflexionar que cada quién es libre de ejercer su sexualidad con responsabilidad como mejor le parezca. Hay hombres y mujeres que toman la decisión de esperar hasta que se casen, mientras que hay personas que les interesa conocer a su pareja en el plano sexual independientemente de si existirá matrimonio o no. El caso aquí es que no debemos juzgar las decisiones de las demás personas.
La virginidad no debería de ser un tabú en el caso de las mujeres y aplaudido en los hombres cuando la pierden. Hay que recordar que la autoestima de una persona no necesita de reconocimientos externos, ni de cosas que hayamos hecho o no. La verdadera autoestima, y nuestra valía se basa en el propio reconocimiento y en la confianza que tengamos en nosotros mismos, no en si somos vírgenes o no.

6.    El matrimonio ¿esclavitud o felicidad eterna?

Ciertamente y de acuerdo con las diferentes culturas de los pueblos, la mujer desempeña un papel muy diverso en la respetiva sociedad humana.
En las culturas y respectivas religiones y costumbres principalmente del continente asiático, la mujer casi no es más que un concepto, que a veces llega a ser objeto y en contadas excepciones se le considera como persona. Ejemplo para ello son los musulmanes, que consideran a la mujer como símbolo del pecado, que no tiene derecho alguno y solo sirve de objeto de placer carnal para su “dueño”, que celosamente la tiene totalmente oculta y tapada con velos y lienzos. El extremo de ésta costumbre la representan los llamados “Talibanes” que habitan las regiones de Afganistán y vecinos.
Pero en nuestro mundo que llamamos “occidental” las culturas y sus costumbres son totalmente distintas. Aunque la religión Cristiana sigue considerando a la mujer como el origen del eterno “pecado de la carne” a tal grado que hasta inventaron una “virgen” como madre de Jesús, y eso ha sido la pauta hasta la fecha. Es más, hasta entre los “Diez Mandamientos” hay uno, que dice: “No desearás la mujer de tu prójimo” pero omite totalmente el “no desearás el hombre de tu prójima”…porque nuevamente la mujer ni existe.
Por lo que acabo de afirmar, ya se, que muchos me “quemarán en la hoguera de la blasfemia” pero eso es lo que pienso.
No obstante lo anterior, hoy la iglesia Cristiana pretende concederle a la mujer un papel más protagónico, pero aún reviste al hombre de cierta tendencia prioritaria sobre la mujer, ya que no hay que olvidar, que el Cristianismo proviene de Judaísmo de origen asiático del cercano y medio oriente, en el que la mujer seguía siendo considerada solo como “objeto de procreación”.
Significativamente en el idioma español el “machismo” es más acentuado que en otros idiomas del mundo occidental, pues se habla de “reunión de padres de familia” y las que asisten son las madres, pero en el seno familiar donde hay padre y madre, se habla de “padres” y hasta de “PAPASES”, y donde hay hermanos y hermanas se habla solo de “hermanos”…y hay muchos ejemplos más, como tíos, abuelos y niños…etc.etc.
En otras palabras, el género femenino simplemente no existe.
Durante todos estos dos milenios, el culto a lo masculino no ha dejado surgir el verdadero valor de la mujer, la que según las reglas matrimoniales, de hecho convierte a la “esposa” en una mujer cuya obligación es la de servir a su amo y dueño y obedecer los que éste le pida.







CONCLUSIONES

·        Sentirnos satisfechas no ha de ser una sensación ligada a la buena voluntad, la destreza o los deseos de nadie que no seamos nosotras mismas.
·        Sabemos infinidad de cosas sobre cómo hacer disfrutar a una mujer en la cama, pero pocas veces salen a la luz características intrínsecas del sexo femenino o que varíen el placer de ellas sin la actuación de un hombre o los típicos productos eróticos.
·        El placer puede ser definido como una sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural se manifiesta cuando un individuo consciente satisface plenamente alguna necesidad.
·        En la sexualidad femenina la principal fuente de placer ya no es exclusivamente el clítoris, sino los ojos al vernos.
·        La naturaleza suele asociar la sensación de placer con algún beneficio para la especie y la Filosofía lo clasifica entre los tipos posibles de felicidad.

·        En conclusión la sexualidad femenina dejara de verse desde el punto de reproducción humana para, generar una idea más amplia donde la mujer sea quien elija y sea dueña de sus emociones,y más que la sociedad no vea como un deber este sea un derecho para cada mujer que se sienta libre y segura que tiene el derecho a la libertad sexual








BIBLIOGRAFIA

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